viernes, 6 de julio de 2007

Las flores tiritan

Con dos rosas en la mano
y el abrigo de mi padre
la bufanda hasta los ojos
fui a esperarla a la estación.

Y llegaron trenes de Barcelona, Madrid y Sevilla
pero ella no apareció y a la hora y media busqué una cabina.

Otro me esperaba en la estación
perdón, mi vida,
oportunidad perdida
de ser galante por una vez
mi cuerpo tiembla
y las flores tiritan...


El frío de enero se mete en mis huesos
fui echando carreras para entrar en calor
llegué a casa de mi amigo y me encontré
en la puerta una nota de aquel cabrón.

"Nos fuimos a desayunar croissants." decía,
...y en mi mano la bolsa de churros...
Desayuno solo en la escalera, no vuelvo a ser amable, lo juro.


Otro me llevó a desayunar
perdón, cariño,
pero estaba buenísimo.
Tenemos que ir más a ese café
tú y yo, y que venga
también tu amigo.

Otro me esperaba en la estación...




Pablo Rubén Fernández





Cantautor nacido en La Coruña, en 1975. Lleva unos diez años recorriendo escenarios de su ciudad como El Bar de los Ron (epd), el garufa, la ele o el ágora, además de algunas participaciones en conciertos fuera de su tierra como el Parte Know , su bautizo madrileño que ya data de noviembre del 2002. En la actualidad forma parte del colectivo "concierto encanto" con los que desarrollan ciclos de conciertos para darse a conocer y con los que ha grabado un cd de muestra de la oferta musical de cada uno de sus componentes. Ha logrado compartir escenario con gente como César de Centi, José Luis Paz, Carlos Bau , Tontxu, o Marwan.

Ha colaborado para diversos medios como el periódico La Opinión o la Cadena 100 con diversas secciones y agendas culturales con las que trata de impulsar el movimiento artístico de una ciudad tan pequeña como llena de posibilidades. En cada esquina de Coruña se puede encontrar un artista, y Pablo aprovecha cada oportunidad que le acercan para presentarnos a esos geniales desconocidos, precisamente como yo en este blog. Y hoy por fin le toca el turno a él.

El cantautor de la mala suerte, de las esperanzas frustradas y del "siempre nos pasa lo mismo", del abrigo de su padre y la bufanda hasta los ojos, del calor de primavera y el olor de la mañana, de las chicas de estación y la camisa de los viernes, el de las alas de ángel... el comunicador. Pablo, por encima de todo es un comunicador, alguien a quien sentirte cercano en cada momento, alguien que te hará sonreir cuando de pronto te sientas identificado en cada frase de esa canción. Y eso es mucho.

Yo aprendí de sus conciertos, de los de Juan de Dios, de las Fénix (Mar de Fondo), de Carlos Bau... él me subió de la mano al escenario en cuanto me escuchó, y eso es algo que no lo podré pagar nunca. Pero lo sabemos los dos. Con todo lo que somos, con todo lo que nos pueda faltar, Pablo me enseñó a disfrutar de los escenarios, de los nervios antes del concierto, de cómo hacer girar un concierto a nuestra voluntad cambiando el orden de las canciones, me enseñó a empaparme de la música de cualquiera porque aprenderemos de todos en cada esquina. Por esto y por tantas cosas que le debo, hoy empiezo a saldar un poquillo mi deuda con él. Porque es mi lujo conocerlo como artista y como persona y mi privilegio poder presentarlo. Con todos ustedes...



www.pablorubenfernandez.blogspot.com

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